“SAL
DE TU TIERRA”

Una
responsabilidad fundamental del cristiano es ser testigo de nuestra fe y
colaborar activamente a su transmisión a todos los hombres. No siempre tenemos
clara esta responsabilidad los cristianos y nuestras respectivas comunidades cristianas,
en este caso nuestras parroquias. De hecho, me suele invadir una gran tristeza
cuando, al final de la Campaña del Domund, leo los resultados de lo recaudado
para este fin en cada parroquia de la Diócesis y constato lo poco generosos que
somos y , lo que es mucho peor, que hay
parroquias que ni siquiera hacen esta preceptiva colecta.
Hoy cada
comunidad cristiana está llamada a salir de sí misma y a abrirse plenamente a
la misión. Esta apertura es constitutiva de su propia identidad. La misión
implica salir de la propia tierra para abrirse al ancho horizonte de nuestro
mundo con el fin de anunciar el Evangelio. Todavía hoy en la Iglesia, y cada
vez más entre los laicos, este salir de la tierra se da con mucha más
frecuencia de lo que imaginamos. Pero también debe concretarse en cada
comunidad cristiana. La propia tierra no es solo un lugar geográfico, sino
aquello donde cada uno nos sentimos seguros. Salir de la propia tierra significa
desprenderse de este terreno seguro para proclamar el Evangelio. Hoy cada
comunidad cristiana está llamada a salir de esos ámbitos para acercarse a
aquellos que están lejos de la Iglesia o no han oído hablar de Cristo.
Los
cristianos tenemos que superar nuestras perezas y nuestros complejos culturales
para vivir lúcidamente el mandato de Jesucristo de llevar y colaborar a llevar
el Evangelio a todas las gentes. Esa
gran misión de la Iglesia afecta a la integridad de nuestra fe y, en
consecuencia, a la vida digna del todo el género humano.

Los misioneros
de todos los tiempos de la Iglesia, también los de hoy, son una de las mayores
glorias del cristianismo. La Iglesia ha vivido siempre de la energía inagotable
de su entrega generosa y heroica. Y su misión solo es posible con la ayuda de
todos los cristianos.
Luis Quinteiro Fiuza
Obispo de Tui-Vigo