¿Puede alguien con Parkinson ayudar a una misionera en África?

Cómplices de los misioneros con la enfermedad Todos estamos llamados a participar en la misión "hasta los confines de la Tierra", y podemos hacerlo con nuestro tiempo y con nuestro dinero. Pero, ¿sabías que también puedes rezar por los misioneros y ofrecer los dolores y molestias del día a día? Es lo que hacen los enfermos misioneros. Y para acompañarles en esta tarea, OMP estrena un espacio para ellos en su web. De una enferma de Parkinson... A Carmen le diagnosticaron Parkinson cuando tenía 49 años. La fe y el ofrecimiento de su enfermedad por los misioneros le ayudan a vivir con alegría esta dura enfermedad degenerativa incurable. Cuando se levanta y tiene dolor "pido por el misionero que esté más agobiado, más cansado, por el que hoy le falte comida… y ya tengo hecho el día". Así participa en la misión de la Iglesia. ... a República Centroafricana. La oración de Carmen ayuda a misioneros como Lucía Fonts, una joven comboniana en un hospital en medio de la selva de un país en guerra. "Entre tanto sufrimiento, lo que me mantiene es la fe". Lucía conoció a las misioneras gracias a una revista que había en su universidad en Barcelona. Como enfermera, su deseo era ser cooperante, pero con tan solo 22 años decidió entregarse al Señor por completo.    Cómplices de los misioneros también con el dinero El pasado 19 de enero celebramos la Jornada de Infancia Misionera, y José María Calderón, director de Obras Misionales Pontificias, quiere darte las gracias. “Os doy las gracias de todo corazón por todo lo que nos habéis ayudado. Como dice el lema de este año, habéis compartido lo que tenéis. ¡Vale la pena! Seguro que los niños de los territorios de misión van a vivir un poco mejor gracias a ti".