Gracias por vuestra carta de Pascua. Fue una sorpresa
grata recibirla, pues salí de Vigo en septiembre del 81, han pasado muchos años
y aun recuerdo con cariño los buenos años pasados por ahí. Iba con frecuencia
por la oficina de misiones, y me gustaba participar con la buena gente que en
esa época trabajaba en el aspecto misionero. Don Ramón...
Yo vivo en Lima desde que llegué de España, siempre en el sur de
la cuidad , en distintas comunidades. He trabajado en las Escuelas de Fe
y Alegría, en las Escuelas Estatales, y desde hace 8 años en la administración de
un Centro Médico de Promoción Humana. Nunca pensé estar en el mundo de la Salud, pero me encuentro muy bien, pues se puede estar muy cerca de la gente que
más sufre. Ser pobre y estar enfermo es muy triste. Este trabajo me hace estar
en contacto con mucha gente y escuchar sus problemas, no tanto solucionarlos,
pues pocas veces se puede, y en otras ocasiones no vienen para que les soluciones
el problema, sino para que les escuches. Tenemos varios servicios de medicina y
algunas especialidades, y entre los servicios que prestamos es el de la escucha,
que a mucha gente le sorprende verlo en la publicación, como un servicio
permanente.
En este momento no tengo a mano fotos para mandaros, sobre la
realidad del barrio, pero os prometo que en otro momento os las mandaré y será
motivo para escribiros más cosas. Ahora tengo que ir a una reunión del
personal de Centro Médico, para organizar el aniversario de dicho Centro y el de la Congregación de
las Hnas. del Amor de Dios, que ya se acercan.
Gracias
por vuestro recuerdo y vuestras oraciones.
Hna. Aurora Ayuela
Lobato.