
La contemplación de tantas vocaciones que surgen en los territorios de misión es argumento para fortalecer la esperanza de que Dios continúa llamando en los lugares más insospechados. Desde esta visión, se ha de vencer la tentación del desaliento, para dar paso a la oración de gratitud.
Asomarse a los territorios de misión y contemplar la floración de estas vocaciones es, sí, un motivo de agradecimiento y esperanza. Dios sigue suscitando vocaciones en su Pueblo. Importa menos que estas broten de un sitio o de otro; lo que realmente vale es que Dios no ha abandonado a su Iglesia y mantiene las promesas de su alianza.
En efecto, en estos ámbitos geográficos donde es más visible que “la misión está aún en sus comienzos”, hay muchas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Este hecho se transforma en “señal de esperanza”.
Para profundizar en el lema de esta Jornada de Vocaciones Nativas 2013 visitar:
http://www.omp.es/OMP/vocacionesnativas/jornada/lema.htm
Para profundizar en el lema de esta Jornada de Vocaciones Nativas 2013 visitar:
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Anastasio Gil
Director Nacional de Obras Misionales Pontificias España